domingo, 5 de julio de 2015

ENRIQUE II, PEREGRINO DE GUADALUPE

Enrique II de Castilla
Con Enrique II se inaugura la dinastía de los Trástamara, fecunda en el desarrollo civil  y eclesiástico del Santuario de Guadalupe. Cuarto hijo bastardo de Alfonso XI con Leonor de Guzmán.

Su reinado se caracterizó por sofocar la pretensión de Fernando I de Portugal al trono de Castilla, en las llamadas guerras fernandinas. Recompensó a sus aliados, al mismo tiempo que supo defender los intereses del reino de Castilla y León frente al rey de Aragón. Inició la reconstrucción del reino, trasformando la administración real e incorporó al final de su reinado el Señorío de Vizcaya.

Al igual que su padre, sintió una gran devoción por Santa María de Guadalupe, como así lo demuestran los 19 privilegios o cartas que firmó durante su reinado, alguna en Guadalupe (29 de junio de 1368), por lo que documentalmente podemos demostrar su presencia o visita, aunque seguramente no fue la única.

En este mismo año, incluso antes de que diera muerte a su hermano Pedro I, el nuevo Prior secular, Diego Fernández, le solicita la creación de una feria anual con motivo de las Fiestas de Nuestra Señora y un mercado semanal, prerrogativa que le concede en torno al 8 de septiembre para que sea esta iglesia más ennoblecida y para que los vecinos y moradores de su Puebla sean más ricos y de esta forma puedan servir mejor a la dicha iglesia y a su prior.

Viendo don Diego Fernández la buena disposición del nuevo monarca, este mismo año (5 de noviembre), le solicita cumplimentar toda la jurisdicción e justicia, así criminal como civil sobre la Puebla y su territorio con todo el mero y mixto imperio e jurisdicción, lo que suponía la independencia de dicho señorío eclesiástico.
Sepulcro de Enrique II

También contribuyó Enrique II con distintas cantidades anuales, como los dos mil maravedíes de las rentas de las salinas de Talavera (Guadalupe, 1368) o los once mil maravedíes de las rentas de la Aduana de Sevilla (Toro, 1369) para las obras del templo y proveimiento de 12 capellanes clérigos que canten y sirvan a nuestra iglesia. Donó también el palacete del puerto de Cereceda para albergue de los romeros.

Ordenó igualmente con varias disposiciones se respetaran los privilegios y derechos concedidos al Santuario para sus ganados, para sacar pan, vino y otras viandas, así como la exención de impuestos para los vecinos de la Puebla, especialmente en los términos de Trujillo, Talavera y Toledo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario