Hay muchas maneras de peregrinar hacia la Virgen de Guadalupe: a pie, de rodillas por el claustro, descalzo, a caballo, en coche, en autobús, en solitario, en grupo, con el corazón, con las palabras, con la mente, a través de las redes... Contadnos vuestro "SENTIR PEREGRINO", dejadnos sentir vuestra experiencia, habladnos de lo que sentisteis al encontraros frente a ELLA. Testimonios de fe y de vida que seguro aportan vivencias enriquecedoras a todos los que están pensando venir en peregrinación.
Comenta en esta sección todo lo que has sentido en tu peregrinar a Guadalupe y en tu encuentro con la MADRE DE TODOS.
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Que vuestros testimonios se conviertan en luces que guíen el camino de todos aquellos que proyectan peregrinar a Guadalupe durante el Año Santo.
Pincha en publicar comentario a la entrada y déjanos compartir tu SENTIR PEREGRINO
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Peregrinar a Guadalupe fue para mi una experiencia que nunca olvidaré. Realicé los últimos kilómetros andando antes de llegar al Santuario, por el antiguo camino real. Toda un experiencia de silencio y envolvente naturaleza que va preparando tu corazón para el encuentro con la Virgen de Guadalupe, en su Camarín y cara a cara, penetrando en tu interior su intensa mirada y, al menos en mi caso, reconfortando mi alma y llenando mi espíritu de nuevas esperanzas. A eso vine y eso encontré.
ResponderEliminarEmocionantes tus sentimientos María. Gracias por compartirlos con nosotros.
EliminarEl pasado sábado 26 de septiembre hicimos a pie mi mujer y yo, por vez primera, el camino que separa Cañamero de Santa María de Guadalupe a través de la Ruta de Isabel la Católica, etapa final de los Caminos de peregrinos a Guadalupe Romano, Visigodo y sobre todo el Camino Mozárabe a Santiago desde Granada y Córdoba. Son unos 15 kilómetros atravesando las Villuercas por sitios realmente hermosos que te reconcilian con la Creación: El bosque de Ribera del río Ruecas, el embalse del Cancho del Fresno, el Collado del Ventosillo con la Cruz de Andrade, la Sierra del Águila con el dificultoso Melonar de los Frailes, el mágico bosque de castaños con el castaño el Abuelo de más de 650 años de antigüedad, la bajada hacia la Puebla pasando por la ermita de Santa Catalina...Son muchas las veces que hemos estado en Guadalupe, pero la primera que hacíamos a pie esta ruta de 4 horas y media de duración, convencidos de que pisábamos las huellas de muchos peregrinos antes que nosotros. Y al final Ella, Reina y Señora en su Camarín esperando para consolarnos en nuestras penas y recordarnos que la historia de la Salvación es la historia de la Confianza y la Gratitud. Si Ella quiere, vendremos en breve con nuestros hijos y amigos por la misma ruta, dura y algo difícil en la subida por las piedras sueltas en el camino, pero inmensamente reconfortante por su hermosura y su recompensa (hasta vimos jabalíes y ciervos en varias ocasiones).
ResponderEliminarJavier de Zafra
Gracias Javier por tu Sentir Peregrino.. Sin duda una experiencia inolvidable. Os deseamos buen camino para la próxima vez con toda vuestra familia.
EliminarEn la carretera que baja de Puertollano a Guadalupe hay un olmo solitario. Siempre está ahí, pero el pasado sábado 24 de octubre estaba completamente amarillo por los colores del otoño, y era imposible no mirarlo y admirarse de su belleza. Entre el verdor de la montaña refulgía en su elegante y natural hermosura. Era único y dejaba un recuerdo inolvidable.
ResponderEliminarPara mi ese olmo es una metáfora de Guadalupe: único, bellísmo, imposible de olvidar.
16 peregrinos realizamos a pie la última etapa del Camino de peregrinos Mozárabe, desde Cañamero a Guadalupe por la ruta de Isabel la Católica, el pasado 24 de octubre. Tras el esfuerzo físico de los 15 kilómetros atravesando las Villuercas, el encuentro con la Santísima Virgen en el Camarín fue sencillamente impresionante. Tuvimos la suerte de que en ese momento estábamos sólo nosotros y el fraile que nos recibió, al contarle que éramos familias cristianas que con nuestros hijos peregrinábamos para ganar el jubileo, tuvo la calidez suficiente para invitar a mi hija Guadalupe, la única que con ese nombre peregrinaba, a dar la vuelta del trono giratorio para encontrarnos con Ella. Algunos tuvieron que interrumpir el rezo del Ave María de la emoción contenida que llenaba sus ojos de lágrimas. Eran muchas las intenciones que traíamos con nosotros (valga el apunte de que una de las que peregrinaba era mi comadre recientemente viuda con 45 años y sus 3 hios que también estaban allí), y absolutamente todos nos sentimos confortados, escuchados y queridos en lo más profundo de nuestros corazón por la Santísima Virgen y su divino Hijo. El momento lo llevaremos con nosotros para siempre.
Muchas gracias a la Comunidad Franciscana que vela y custodia tan preciado tesoro y lo hace espiritual y místico como en ningún otro santuario mariano del mundo.
Javier de Zafra
Gracias de nuevo por tu emotivo comentario Javier. Perdona la tardanza en publicarlo, hacía unos días que no entrábamos en el blog.
ResponderEliminarEl tema de las Guadalupanas lo lleva directamente el Real Monasterio y la Comunidad Franciscana, te sugerimos que te pongas en contacto con ellos (Tlf.:927367000).