jueves, 14 de enero de 2016

SANTOS PEREGRINOS EN GUADALUPE: SAN VICENTE FERRER

San Vicente Ferrer
Guadalupe, como Santuario Nacional, siempre ha manifestado  la santidad de Dios, bien por su origen mariofánico, por los signos sobrenaturales, por el perdón y los bienes espirituales, por la forma de vida de sus custodios y servidores o por ser meta de santos. Aunque, con respecto a éstos, diremos que no están todos los que son ni son todos los que están, porque ante la faz de la Iglesia lo son aquellos que han subido a los altares, cuyos santos nombres daremos a conocer aquí, aunque ante los ojos de Dios, solamente Él puede contar el número de sus santos.

San Vicente Ferrer (Valencia, 1350 – Vannes (Francia),1419), peregrino de Guadalupe


Religioso dominico, fue profesor en las Universidades de Lérida y Barcelona, donde mostró sus dotes de sabio orador. Prior, en los conventos de Lérida y de Barcelona y fervoroso apóstol, predicador en las plazas públicas que llenaba de fieles, no sólo en España sino en gran parte de Europa.

Hombre de paz entre los pueblos enemistados, fue penitenciario de Benedicto XIII. Como buen mediador intervino en el Concilio de Costanza y en la revolución del pleito dinástico de Aragón, en el famoso compromiso de Caspe, defendiendo la elección de Fernando de Antequera al trono de Aragón (1410).

Peregrino de Santa María de Guadalupe, según recoge su biógrafo Andrés de Ferrer:

Iglesia de Santo Domingo en Cañamero
“Paso a tierra de Extremadura y llegó al célebre Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, milagrosa hechura que se apareció en tiempo del rey don Alonso el Onceno. Encontró a dos leguas de distancia algunas caserías divididas, que las ocupaban judíos y moriscos, todos hortelanos y labradores. Predicóles y habiéndoles reducido a la verdad de nuestra fe, les obligó a que viviesen en lugar que hoy se llama Cañamera, que era población de cristianos”.


Esta visita se produjo siendo prior fray Fernando Yánez de Figueroa, a finales del siglo XIV, cuando el apóstol de Valencia se postró ante Nuestra Señora de Guadalupe. Muy cerca, en Cañamero, un grupo de cristianos traídos a la fe por su predicación, erigieron el templo parroquial en honor de Santo Domingo.