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San Pedro de Alcántara |
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San Pedro de Alcántara (Alcántara, 1499 – Arenas de San Pedro,1562)
Hijo
del licenciado Alonso Garabito y de María Vilela de Sanabria, estudió en
Salamanca y en 1515, recibió el hábito franciscano en la Provincia Descalza de
San Gabriel, donde fue ordenado sacerdote en 1524, de la que posteriormente fue
ministro provincial (1538-1541).
Asceta
y maestro de la penitencia, Pedro de Alcántara cultivó y alimentó la
religiosidad de la gente sencilla, a la que trató de formarla para que llegaran
a la verdad evangélica, a través de la oración auténtica y vida apostólica
penetrando en las entrañas del pueblo, con su pobreza llegó tanto a los
humildes y pobres como a los hacendosos y ricos.
“Pedro fue un extremeño que sin ser
conquistador fue más famoso que ellos, sólo practicando el Evangelio, llegó a
ser patrono, no sólo de Extremadura, sino también del nuevo reino de Brasil. La
universalidad de sus obras, fundaciones y hermanos alcantarinos se hizo
presente en todos los continentes, desde América a Oceanía, desde Europa a
África”.
Fue
director espiritual de Santa Teresa de Ávila, quien le retrató de la siguiente
manera:
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San Pedro de Alcántara y Santa Teresa de Jesús |
“…en cuarenta y siete años de
fraile jamás cubrió la cabeza ni calzó los pies. En todo este tiempo utilizó un
solo hábito. Durante varios años su pitanza fue pan y agua sazonados con
ceniza; y en cuarenta años sólo durmió una hora y media cada día, y esto
apoyada la cabeza en un maderillo. Era tan extrema su flaqueza que no parecía
sino hecho de raíces de árboles”.
Según
Torres Tapia el andariego alcantarino llegó a Guadalupe en 1541, cuando hacia
la visita como ministro provincial a varios de los conventos de la Provincia de
San Gabriel:
“...Visitándolo nuestro padre provincial fray Pedro de Alcántara en su paso a
la Santa Casa de Guadalupe, siendo prior de aquella Casa fray Hernando de
Sevilla”.
Pero
además, de ser peregrino de Guadalupe, la espiritualidad de Pedro de Alcántara
y obra evangélica se nutrió de las fuentes guadalupense y extremeña, tanto por
su lugar de nacimiento como por su propio desarrollo.
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