Sábana Santa de Guadalupe
Lienzo
Medida: 2’97 x 0’87 mts.
Época: 1588.
Capilla de San José o Relicario
Texto: Fray Sebastián García, ofm. “Exposición Vida de Cristo”. Guadalupe, 2002.
Comentario:
En el Relicario de este Real Monasterio se guarda desde
1599 una preciosa Reliquia de la Sabana Santa o Santo Sudario, tocado a la
famosa Sabana de Turín (Italia), en la que según se cree, José de Arimatea
envolvió el Cuerpo del Señor, cuando lo depositó en un sepulcro nuevo, después
de su muerte.
Trajo esta preciosa Reliquia a Guadalupe Don Carlos
Margarita, ayuda de guarda mayor de la Serenísima Infanta Doña María, Hija de
Carlos I, que casó con Maximiliano I, emperador de Alemania, retirándose,
cuando enviudó, a las Descalzas Reales de Madrid.
El lienzo, tocado a la Sábana de Turín, ofrece la
imitación del cuerpo muerto del Señor.
Un testimonio de nuestro archivo, inserto en un
códice titulado Traslados de los
Testimonios de las Reliquias de esta Santa Casa, dice a este propósito:
“El diputado para conservar la salud de la ciudad de Turin”
“Çertificamos a todos como estando aquesta ciudad de Turín libre, a Dios
graçias, de toda sospecha de peste, se partió de ella el Señor Carlos
Margarita, ayuda de guarda mayor de la Sereníssima Infanta María nuestra
Señora, para dar la buelta a España; el qual por su particular devoçión que
tiene al Santíssimo Sudario de nuestro Señor Jesuchristo, por voto que tiene
hecho de lleuar un retrato a la Beatíssima Virgen de Guadalupe en España, el
último día de la próxima pasada fiesta de Pascua, con asistençia del
Ilustríssimo y Reverendissimo Señor Cardenal de Paraggi y otros Prelados en
aquella çiudad de Turín, en la iglesia mayor, hiço tocar efectivamente al mesmo
Santissimo Sudario, que a aquella hora
se enseñaba a todo el pueblo, una olanda de veinte palmos de largo, y como más
cumplidamente abaxo pareçe por la fee alegada del muy Reverendo Señor Juan
Baptista, protonotario apostólico y limosnero mayor del Serenissimo Duque de
Saboya nuestro Señor, y habiendo [la] visto firmada de su propia mano y
sellada. Y en testimonio de esto, avemos conçedido la presente, dada en Turín a
24 de abril de 1588= por el presente Conservador”.
La Sábana guadalupense ofrece pintados un ángel de
la anchura de la holanda que sostiene con ambas manos el lienzo dibujado con
tenue sombreado. En el centro del dibujo, en color gris esfumado, se aprecian
dos figuras de un hombre desnudo visto de frente, en una y de espalda en la
otra, dispuesta a lo largo de la Sábana y, a continuación la una de la otra,
oponiéndose por las cabezas, la una de la otra, posición exactamente igual a
las de las figuras de la Sábana Santa de Turín, ambas miden 1’10 metros. Las
llagas y heridas aparecen pintadas con color sangre.
En otro tiempo esta Reliquia se ofrecía a la veneración
de los fieles el 30 de septiembre, fiesta de San Jerónimo.
Los historiadores antiguos del monasterio ofrecen
explícitas referencias a esta sábana. Entre otros el erudito padre Francisco de
San José:
“Estímanse sin precio (que no le tiene) dos sábanas con el
verdadero retrato de la que cubrió el Cuerpo de Christo, nuestro Señor en el
Sepulchro, tocadas a su original, que se guarda en Turín, Corte del Duque de
Saboya”.
Bibliografía:
GRACIA VILLACAMPA, Carlos,
O.F.M., “La Sábana Santa de Guadalupe”, en Grandezas
de Guadalupe. Madrid, 1924, pp. 423-427.
VILLADARES, B.F., “La Sábana
Santa de Turín”, en Razón y Fe, 15,
p. 360-361.
SAN JOSÉ, Francisco de, O.S.H., Historia de la Primitiva y Milagrosa Imagen
de Nuestra Señora de Guadalupe. Madrid, 1743, pp. 63.